viernes, 9 de mayo de 2014

Sistema Teleférico Waraira Repano





Lejos del bullicio de la ciudad, El Ávila no sólo ofrece espacios de ejercicios y naturaleza. Es lugar ideal para escapar de la convulsionada Caracas y relajarse en el punto más alto de la ciudad. Allí, protegido por una extensa naturaleza, uno puede permitirse olvidarse de la ciudad para disfrutar de la mejor vista al litoral. El mar y las nubes se ofrecen a los ojos.

Solo o acompañado, en pareja o en familia, por estar lejos no se pierden privilegios. Desde arriba, además de la vista, el silencio y la naturaleza, se puede disfrutar de jugosos alimentos. Desde el Fondue del restaurante Trattoria, hasta los dulces más venezolanos. La fresas con crema, naturalmente, jamás fallan.

A sus 2015 metros de altura, el frío es recuerdo de lo agradable que puede significar escapar de la ciudad por un buen rato. 



Turismo histórico
El teleférico de Caracas fue inaugurado por primera vez por el General Marcos Pérez Jiménez el 29 de septiembre de 1955 y puesto en servicio casi un año después en abril de 1956. Durante casi 30 años el teleférico estuvo funcionando hasta que, a finales de la década de los 70 tuvo que cerrar por falta de mantenimiento.

Desde entonces, y durante los años de 1986 a 1990, hubo varios intentos de reabrirlo hasta que finalmente, en el año 2000 fuese privatizado en concesión para la compañía Inversora Turística Caracas. Entonces pasó a ser conocido como Parque Ávila Mágica y así estuvo funcionando durante un largo tiempo.
En el año 2010, su mantenimiento fue asumido directamente por el gobierno nacional quien, recordando a los indígenas que solían poblar los valles, le cambió el nombre por Waraira Repano. Vocablo con el cual solían dirigirse a ella y que significa "Tierra de Dantas" o "Sierra Grande".
El teleférico de Caracas cuenta con más de 70 cabinas que hacen el recorrido de 3,5 km en algo más de 15 minutos dependiendo de las condiciones climatológicas.

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